No… No es
divino, ni alto, ni moreno, ni tiene los ojos verdes, ni la ropa le sienta como
un guante, ni se le adivinan los músculos en la camiseta blanca que lleva. Pero…
Es mono. El mozo ha llegado hace un par de horas cargado con su ordenador y,
cuál ha sido mi sorpresa al ver que se instalaba en la mesa que hay justo
enfrente de la mía. Se ha presentado, me ha dado dos besos, me ha contado a qué
se dedicaba y se ha interesado por mi trabajo. Luego se ha puesto a trabajar y
yo he seguido con lo mío hasta hace un momento en el que ha vuelto a dirigirse
a mí.
—Perdona…
—Sí?
—Mira voy a mover un
poco el monitor del ordenador
—Perfecto —me he
limitado a responder sin entender por qué me contaba eso.
—Es que eres tan
guapa que me distraes…
Y aquí estoy yo ahora
pensando si me ha llamado fea por todo el morro o si, en realidad, mi belleza
lo tiene deslumbrado… Pa mí que va a ser lo primero 😊
No, me niego a pensar que es por lo primero.
ResponderEliminarYo no creo que sea la opción primera, por qué no va a ser la segunda???
ResponderEliminarJajajajajaja...
ResponderEliminarque la segunda emociona más jajajaj